80 ANIVERSARIO DE MICRA, S.A.
Mucho ha cambiado desde entonces en nuestro entorno y en la propia empresa. Hoy España es un país moderno, situado entre las mayores potencias económicas mundiales y donde incluso pequeñas y medianas empresas ha comenzado a invertir y desarrollar proyectos fuera de sus fronteras.
Lo que en estos 80 años no ha cambiado en Micra han sido los valores de sus fundadores y que con el tiempo han sido desarrollados y enriquecidos por todas las personas que han trabajado aquí y han conformado una forma de ser, algo que define quienes somos por encima de lo que hacemos o los productos y servicios que prestamos. La profesionalidad en todos los aspectos, la precisión en los trabajos, la valoración de la experiencia en el desempeño, el demostrar ser dignos de confianza y la capacidad para dar soluciones técnicas son los pilares que definen Micra y, desde luego, a las personas que forman y han formado parte de ella. Es por ello que mi primer agradecimiento es para todos los que trabajan y han trabajado aquí, a muchos de los cuales no he llegado a conocer pero de quienes sin duda, su herencia forma parte de nuestra forma de ver el trabajo.
Al mismo tiempo no puedo olvidarme de nuestros clientes. Gracias a ellos hemos podido crecer y convertirnos en lo que somos. Ellos han depositado en nosotros su confianza a lo largo de los años, nos han ayudado a crecer, a mejorar nuestros conocimientos técnicos y nosotros hemos tratado de corresponderles ofreciendo un servicio de máxima calidad. Aún con todo, no queremos pararnos aquí. Entre nuestros objetivos para los próximos años están mejorar la calidad del servicio que prestamos, con mas atención a la rapidez, la logística y la incorporación de nuevos procesos de reparación que aumenten las opciones para nuestros clientes. Y lo vamos a hacer sin olvidar la fórmula tan buenos resultados nos ha dado: trabajo, formación e inversión.
Quiero recordar también a nuestros accionistas, sin los cuales nada de esto sería posible y que hacen de Micra una familia; a los proveedores, muchos de ellos más amigos acreedores; y porqué no, también a los competidores, que nos sirven de estímulo para mejorar cada día.
Ahora tenemos que trabajar para llegar a los 100. ¡Y que
todos sigan con nosotros!.